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Las obras del Metro de Málaga han dedicado un 3% de su presupuesto a intervenciones arqueológicas

«La integración de la Muralla Nazarí en El Perchel y la actuación para proteger los muros del Fuerte de San Lorenzo en la Alameda son las principales actuaciones»

02/11/2018

Las obras de construcción del Metro de Málaga han permitido aflorar hallazgos arqueológicos de gran valor, que han precisado de intervenciones para su preservación, protección, así como adecuación de los sistemas constructivos para hacer compatible su óptima conservación y futura puesta en valor. Estas actuaciones han implicado un presupuesto que la Consejería de Fomento y Vivienda cifra en algo más de 20 millones de euros hasta la fecha, es decir, algo más de un 3% del presupuesto total de esta infraestructura de transporte.  
 
Estas intervenciones arqueológicas fueron objeto de divulgación y debate durante la celebración, el pasado martes, de una mesa redonda organizadas por el Patronato de la Fundación Aduana Museo de Málaga y el Museo de Málaga, que giró en torno a “la Alameda de Málaga. Gestión e Incorporación del Patrimonio Arqueológico al Museo de Málaga”.  
 
Los principales hallazgos arqueológicos durante la construcción del Metro de Málaga, que ya venían identificados en los proyectos constructivos, gracias a los sondeos e investigaciones efectuadas, se corresponden a la Muralla Nazarí descubierta durante la construcción el tramo Renfe-Guadalmedina, en la zona de Callejones del Perchel, así como los muros oeste y este del Fuerte de San Lorenzo, localizados en la Alameda Principal, y encuadrados en el tramo Guadalmedina-Atarazanas del ferrocarril metropolitano. Ambos vestigios están catalogados como Bienes de Interés Cultura (BIC), lo que preciso de informes y resoluciones de la Consejería de Cultura para determinar su preservación y conservación en óptimas condiciones, así como el alcance de las intervenciones a efectuar en el desarrollo de las obras.  
 
En el caso concreto del Fuerte de San Lorenzo, se trata de un castillo que fue una fortaleza militar, que data de 1701, y cuyo objetivo originario era defender el frente marítimo meridional de la ciudad de Málaga, que en aquella época estaba muy expuesto a los ataques de flotas enemigas.  
 
Su aparición se produjo durante los trabajos de excavación arqueológica en extensión, ya que ambos muros se encuentran en la zona de interferencia con el túnel del Metro de Málaga en la Alameda Principal, y la confirmación de tal hallazgo, en julio de 2015, se produjo gracias a la empleo de geo-radar. A raíz de la resolución de la Delegación Provincial de Cultura, en mayo de 2016, se definió, de acuerdo a las prescripciones técnica de dicho organismo, el procedimiento para la protección y conservación de los muros perimetrales del Fuerte de San Lorenzo, y la adopción de medidas correctoras para la ejecución de las pantallas (muro que delimita longitudinalmente el túnel y recinto de estación) del túnel del metro en el sector interior de dicha fortaleza. En esta zona donde intercepta el túnel y los muros se recurrió a cortinas de pilotes secantes para ejecutar ese módulo de pantalla, evitando así riesgos en la preservación del muro.  
 
En ambos, casos, una vez concluida la excavación hasta llegar a la zona de solape con los muros a preservar, se ha diseñado un procedimiento de extracción mediante técnicas de rotación no agresivas. Esta labor ya se ha efectuado satisfactoriamente en el muro perimetral este, y en el caso del muro oeste, que presentaba mejores condiciones de conservación, se finalizará durante diciembre del presente año.  
 
El procedimiento llevado a cabo en el muro este, que será replicado en el oeste, ha consistido en la realización de perforaciones transversales, corte en secciones del muro; trabajos de consolidación; montaje de estructura metálica auxiliar; retirada de segmentos para su custodia y conservación, y futura restitución a su posición inicial y consolidación.  
 
El Metro de Málaga, sistema de transporte que ejecuta y gestiona la Junta de Andalucía, dispone ya del 81% de su infraestructura en servicio comercial, concretamente las líneas 1 y 2 hasta el Intercambiador de El Perchel-María Zambrano, mientras que el 19% restante se corresponde a los tramos Renfe-Guadalmedina y Guadalmedina-Atarazanas, ambos en fase de construcción, así como la prolongación de la Línea 2 desde Guadalmedina hasta el Hospital Civil, cuya obra se licitó el pasado mes de octubre.  

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